SIGUE LA BÚSQUEDA DE LIDIA CONTRERA.
Pasan las horas, crece la preocupación y cada vez es menos posible que sea hallada con vida.
A diez días de la ausencia de la octogenaria de su casa, sigue la búsqueda por parte de algunos vecinos, amigos de la familia y la colaboración de efectivos policiales de la seccional sexta a cargo del subcomisario Agustín Lagos. En esta jornada lluviosa en Cerro Largo, personal acaballo recorre el perímetro del campo de la mujer ausente, que son 18 hectáreas.
Lidia Contrera de 82 años nunca tuvo hijos y vive hace 18 años junto a su hermano Rodolfo, (también soltero y sin hijos), en un rancho con paredes de piedra y techo de paja en paraje Rincón de Contrera, a 25 kilómetros de laciudad de Fraile Muerto por el camino a Cuchilla Grande. No tienen energía eléctrica y el agua la cargan desde una cachimba en un tanque sobre una rastra tirada por bueyes hasta la casa. El domingo 6 de diciembre Lidia cocinó, almorzaron con su hermano y éste decidió salir a cargar su móvil celular en la casa de un vecino que cuenta con energía eléctrica; ensilló su caballo oscuro y se dirigió por un sendero rodeado de malezas y cañadas, recorriendo una distancia de siete cuadras hasta la casa de un vecino y estuvo dos horas allí. Regresó con el móvil cargado y al llegar notó la ausencia de su hermana Lidia, pero pensó que había salido en busca de leña. Rodolfo dijo a La Red Independiente de Melo TV Cable que trató de regresar temprano de la casa del vecino para no llegar tarde, advirtiendo que su hermana estaba sola.
A las pocas horas Rodolfo no esperó más, preocupado por la prolongada ausencia llamó a la vecina que vive a tres kilómetros, la señora Norma Feijó, (que vive con su esposo Duera Contrera) para preguntarle si Lidia estaba allí. La preocupación comenzó a crecer cuando la respuesta fue que allí no se encontraba. Salió a buscarla acaballo y a pié. Ella no solía salir tan lejos.
Los vecinos no viven cerca y para ir a la casa de cualquiera de ellos hay que pasar zanjas, cañadas, improvisados puentes caseros de madera y varios Alambrados. A pocos kilómetros de la casa donde residen solos ambos, Rodolfo y Lidia, vive otra hermana propietaria de unas 300 hectáreas de campo, pero según vecinos no tienen buen vínculo. El predio donde residen los hermanos es de 18 hectáreas, Rodolfo no percibe ningún beneficio del estado, ni jubilación ni pensión, al tiempo que Lidia cobra una pensión a la vejez. Otro vecino que tiene vehículo en la zona es el que traslada mes a mes a Lidia a cobrar su prestación a la ciudad.
A diez días de su desaparición el misterio sigue ganando terreno y ninguna hipótesis se descarta, aunque la esperanza es que aparezca con vida. Norma Feijó dijo que Lidia es una mujer que no tiene ningún problema de salud, tampoco ofrece dificultades para desplazarse y no tiene pérdida de memoria, sin embargo no solía caminar muchas cuadras. «Ella solo camina unos metros a la vuelta de la casa en busca de algunas chircas para prender el fuego y nada más, es un misterio», dijo preocupada la vecina. Si bien no dejan de buscar por la vía terrestre, algunos allegados a la zona apelan a otras formas y técnicas de búsqueda.
VISIÓN DE UN RABDOMANTE.
José Fernández con su experiencia como rabdomante fue al lugar en esta jornada y utilizando la técnica de «radiestesia». Caminó en un radio de tres cuadras a la redonda, circunvalando la casa y los dispositivos que utiliza para buscar alumbramientos de agua, los utilizó también y en este caso para la búsqueda de esta persona ausente. El Péndulo que usa marcó una señal en un manantial, a diez metros de la cachimba. «Ella podría estar enterrada ahí», dijo. «Su hermano nos permitió ingresar al lugar, nosotros fuimos desinteresadamente, no cobramos absolutamente nada para ese trabajo”, advirtió, “dejo claro esto porque sabemos cómo es el pueblo”. Utilizando agujas, caños de cobre y péndulos, las ondas magnéticas lo orientaron a ese lugar, a dos cuadras de la casa, en lugar más bajo y es un lodazal, (manantial). “Nuestras ajugas nos dirigieron de inmediato a un manantial a unas dos cuadras de la casa, es un lugar verde y húmedo, cerca de donde está la cachimba, ahí en ese lugar da toda la sensación que fue recientemente removido, porque no hay pasto y vierte agua con descomposición de colores como si hubiera derrame de alguna sustancia aceitosa, hay mucho barro pero está escarbado de poco”, advirtió. “La técnica nuestra nos dice que ahí está, ahí hay algo», aseveró Fernández. Al acercarse, el péndulo comenzó a girar tan rápido que Fernández no lo pudo controlar. “No es la misma señal de una corriente de agua cuando yo la encuentro en mi tarea cotidiana, es señal que hay un cuerpo de una persona”, aseguró. Impactado por el shock emocional que lo embarga cuando está frente a situaciones límite como esta, el rabdomante le hizo saber a la autoridad policial de su visión, aunque sabe y es consciente que ni la policía ni la justicia se orientan con cuestiones místicas.
MIDES
Funcionarios del ministerio de Desarrollo Social visitaron el lugar esta mañana. Mauricio Prado y Juan Matos hablaron con vecinos y el hermano de la señora ausente. Conocieron la zona y la semana que viene asistirá un equipo social técnico.